20/11/2014

El desafío de los 30 días | Volumen 2 | Día 20

20 – ¿Recuerdas aquel momento en el que se lió pardísima en una partida? ¿Qué pasó?

Fue en una partida que dirigí de Ars Magica 5ª. Resulta que uno de los jugadores se había hecho un pícaro de pj secundario. Este jugador quería robar como es habitual en otros juegos, pero los demás le decían que no podía hacerlo tan descaradamente ya que podía meter en líos a la orden. Se notaba que estaba algo frustrado.
Su oportunidad llegó cuando llegaron a una antigua torre derruida que perteneció a una alianza ya extinta. Allí dentro se toparon con un niño con la mirada perdida comiendo en un tazón lo que parecía una sopa de restos cárnicos putrefactos. El pícaro se acercó y le quitó el tazón, lo que desencadenó que el niño se enfadase mucho y creciera de tamaño al tiempo que intentaba aplastarlos.
Después de la refriega, y habiendo dado esquinazo al niño mutante, le habían conseguido cortar uno de sus brazos. Como el brazo había vuelto a su tamaño original, no se le ocurrió otra cosa al pícaro que guardárselo en la mochila. Al fin estaba feliz de haber conseguido robar algo.
Para cuando sus compañeros se dieron cuenta el brazo se había fusionado con el pícaro y este era un nuevo mutante sediento de sangre al que habían conducido hasta las puertas de su alianza, pero esto ya es otra historia.




No hay comentarios:

Publicar un comentario